sábado, 14 de junio de 2014

ABONO ORGÁNICO FERMENTADO TIPO BOCASHI

En un paso más hacia la agricultura alejada de la industria química, que no repeta las leyes naturales ni los principios por los que se rige la misma naturaleza, me he puesto manos a la obra en la elaboración de un buen bocashi. Tengo que reconocer que es tarea ardua para una sola persona y de una sola tajada. Pero así ha sido. Claro que he quedado algo así como un trapo un tanto usado. Pero aquí sigo. Solo de pensar lo que pasará después, cuando lo coloque en la tierra, al lado de las plantas, me doy por satisfecho.
Os presento unas instantáneas de todo el proceso.

 
 En días anteriores hice la búsqueda de la hojarasca de bosque y del abono curado. Tuve que recorrerme más de 100 km. para encontrar la hojarasca, concretamente en Velilla del Río Carrión, y otros 30 más para cargar el abono. No me quedó más remedio.

 
 El Carbón vegetal que venden en las tiendas, está muy entero y es necesario desmenuzarlo.

 
 Esta tarea de desmenuzar el carbón, fue una de las cosas que más me costó, porque hay que armarse de paciencia, por no tener las herramientas adecuadas.

 
 Trayendo la tierra del propio huerto, despúes de cernida. Hice cuatro viajes.

 
 Preparando el inóculo activador a base de leche,

 
 melaza,

 
 levadura para hacer pan,

 
 y microorganismos que ya tenía elaborados con anterioridad.

 
 A remover bien y a dejar reposar, mientras voy terminando la aportación de la tierra.


 
 Primera capa de hojarasca de bosque.

 
Después, otra capa con el abono curado.
 
 
 Abriendo el costal del salvado de trigo. Como por esta zona es imposible conseguir el salvado de arroz, que es el ideal, pues a lo local, que estamos en tierras de cereales.

 
 Y a colocarlo encima de todo lo anterior.

 
 Esparcirlo un poco para que no quede todo amontonado.

 
 La colocación de la tierra del lugar.

 
 Y el carbón vegetal con sumo cuidado si uno no quiere salir tiznado, cosa que me fue casi imposible.


Una vez formadas todas las capas hay que empezar  a hacer la mezcla. Este es el estado en que se veían las distintas capas a medida que iba volteando.
 
 
Primer volteo. Esperar un rato y comprobar el grado de humedad de todo el conjunto para ver si es necesario agregar algo más de agua.

 
Nuevo volteo. Hice cuatro, en total antes de dejarlo definitvamente.

 
Este es el aspecto de todo el entorno donde elaboré el bocashi. Recoger y limpiar, fue para otro momento.

4 comentarios:

  1. Con ese trabajo,que solo puede hacerse por afición extrema, los productos de tu huerto deberían pagarse a precio de oro...me admira tu entusiasmo de orticultor.

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  2. Ese trapo usado me da una envidia ;))) Ahora todo lo medimos por rendimiento económico, pero la satisfacción de hacer cosas nuevas, de experimentar, de ayudar a la tierra a ser un vergel... a mí también me admira tu trabajo, ya nos contarás qué tal sale el bocashi

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  3. Lucio,

    hola, que trabajo haz hecho, de solo ver la fotos te dire que he quedado cansado... espero que con todo ese abono los frutales como las hortalizas sean extraordinarias.

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  4. Hola, Victoriano, Isabel y Luis: el trabajo de fabricar el bocashi es algo cansado, pero se lleva bien. Y lo que le sigue lo es otro tanto, porque los tres primeros días hay que voltearlo dos veces, por la mañana y por la tarde. Ahora ya he empezado a voltearlo una vez al día. Es para que no se queme y pierda calor, poco a poco. Gracias por seguirme y darme ánimo. Ya contaré cuando empiece a usarlo dentro de no mucho tiempo. Un abrazo a todos/as.

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