domingo, 17 de julio de 2016

Verano 2016

Así se veía el huerto el 12 de abril. Todo parece descansando y estar en espera.
 

Poner algo en un bancal era poco menos que imposible teniendo en cuenta la cantidad de adventicias que con el tiempo han ido haciéndose con todo el espacio.
 

Así que no me quedó más remedio que limpiar el máximo de raíces. La labor ha sido dura y larga.

 
 La paciencia y la constancia al fin dieron su resultado satisfactorio.

 
 En cada hoyo coloqué una buena paletada de bocashi para que las plantas de tomate tengan una buena alimentación.


El 13 de mayo se plantaron las tomateras que habían nacido de semillero de las semillas procedentes de los tomates de la cosecha de la pasada temporada.


Las abundantes lluvias de tiempos atrás propiciaron la abundancia de caracoles por doquier. Los estragos han sido considerables como le pasó a esta planta de zapallito.



En los bordes del bancal de las tomateras aproveché para plantar todas las cebollas que pude, ya que tenía plantas en abundancia.
 
 
 Los puerros que dejé que se fueran a flor están siendo todo un espectáculo que llama la atención. Los insectos visitas estas flores en gran cantidad.

 
 He aquí el bancal de las tomateras a fecha 16 de julio.


 
 Las plantas de pimientos, de momento se están desarrollando de forma muy saludable.

 
 Una nueva parra, sacada de un esqueje, está naciendo. De seis esquejes, dos son los que han agarrado.

 
 Parras, frambuesas, maíz y entre medias, cebollas y judías, que no pueden verse. Todo un mundo de vida.

 
 Una planta de hinojo nacida por su cuenta entre las patatas, de más de dos metros. Tengo por costumbre dejar crecer todo aquello que nace por su cuenta y habitualmente son las plantas que dan los mejores resultados.

 
 Otro aspecto de las parras. este año y hasta ahora, están dando unos racimos muy hermosos. Confiemos en que alguna tormenta no venga a tocar las narices.


Un bosque de cebollas, entre flores de zanahorias, lechugas idas a flor al igual que las acelgas.


domingo, 17 de abril de 2016

EL RÍO CARRIÓN DESPUÉS DE LAS LLUVIAS

Estas son las fotos que he tomado esta tarde del domingo 17 de abril. No ha causado ningún desastre, pero bajo con un caudal considerable. La belleza del agua corriendo entre los troncos de los árboles y el verde recién estrenado de arbustos y césped, dan un espectáculo digno de contemplar. Lo comparto para que disfrutéis con las imágenes.
 


















lunes, 11 de abril de 2016

ENTRANDO EN LA TEMPORADA DE 2016

 
El tiempo tan irregular que hemos vivido en esta llanura de Castilla y León, la humilde y desconocida Palencia, nos ha proporcionado una larguísima lista de inconvenientes, sobretodo para las sufridas plantas que no tienen más remedio que aguantar los fríos, vientos, escarchas y lluvias. Porque cuando no ha sido el frío que ha quemado las primeras flores de los árboles frutales que se atrevieron a dar su bella presencia, ha sido la humedad y la lluvia que ha terminado su acción poco favorable en las ramas de los árboles. No creo que cuaje un solo fruto, porque hasta las primeras hojas se están quedando mustias. ¡Qué pena!
 
 
 A las gallinas no les ha parecido molestar mucho estos cambios en la naturaleza, porque raro es el día que no hay un huevo de cada una. Cierto es que este año preparé un bidón para elaborar los microorganismos, que como bien sabéis, se utiliza la hojarasca de bosque, entre 30 y 40 kilos; salvado de trigo, unos 70 u 80 kilos con 15 litros de melaza. Esperé unos cuarenta días antes de abrir el bidón.
Bueno pues este preparado me vale ahora para alimento de las gallinas. Cada día les agrego a su pienso, alrededor de 10 a 12 gramos por gallina. Les encanta. Además desprende un rico olor a melaza. Este complemento alimenticio les hace recuperar la capacidad digestiva.


También me puse a preparar el bocashi. Éste tardó en arrancar la temperatura, pero una vez que lo hizo, ¡qué manera de calentar! Así que volteo por la mañana y por la tarde. Es algo laborioso , pero necesario. Este primer montón es el de la primera etapa.


Y aquí ya le tenemos prácticamente terminado. Ya está frío. Claro que luego hay que protegerlo del sol y de la lluvia. No debe mojarse en absoluto. Y ya he comenzado a utilizarlo en los alcorques de los árboles frutales.




 
 
 Me gusta seguir la evolución de las plantas que tengo, por eso les suelo sacar cuantas fotos considero oportunas para dejar constancia de su desarrollo. Aquí en plena floración, un peral. De momento las heladas no han hecho mella en él.

 
A las flores empiezan a acompañarlas los primeros brotes verdes de las hojas. Es una bella estampa que nos regala la naturaleza.
 
 
 
Esta es otra de las tareas a la que todos los años me dedico, poner en las ventanas las bandejas con los plantines de tomates y pimientos. Necesito asegurar la cosecha. Todos los años digo que tengo que preparar un buen invernadero para estos menesteres, y empieza la estación sin tenerle. A ver si el año que viene lo tengo instalado.


 
 
 Disfruto sacando detalles de estas hermosas hojas. Vamos que me recreo y gozo con ellas. Para eso las cuido.
 
Queda todavía un mes aproximadamente para su traslado a su lugar definitivo en el suelo, así que espero que terminen bien su desarrollo, como lo han hecho hasta ahora. Que tengáis suerte con vuestras plantas. Hasta la próxima.


domingo, 17 de enero de 2016

¡TERMINAR! ¡POR FIN, SUCEDIÓ!

Es muy gratificante e incluso saludable, ver realizado aquel proyecto ideado y pensado mientras se laboraba la tierra del huerto. Porque entre riegos, ahuecadas de suelos, cortes de hierbas y cosechas, iba pensando en lo bien que quedaría un espacio humano, habitable y acogedor. Que disponga de lo necesario para encuentros y celebraciones. Simplemente por completar el círculo del ecosistema, la alegría de compartir con otros el ambiente de plantas cultivadas en un proceso natural y por donde circulan las hormigas, las mariposas, las lagartijas, las mantis religiosas, las abejas, las babosas, las mariquitas, muchos insectos y alguna que otra invasión de pulgones. Y por supuesto, los que no se mueven, los que están siempre en el mismo lugar, los árboles frutales y los arbustos. Todos juntos en ese mágico ambiente, sano y terapéutico, celebrando la satisfacción de compartir. Un abrazo.