domingo, 20 de mayo de 2018

La Belleza Escondida del huerto

 
Que mis palabras no se interpongan entre el elemento fotografiado y la sugerencia posible de estéticas liberadoras del observador.
 
 




















lunes, 9 de abril de 2018

Estación 2018

Voy a volver a ponerme al día en esto de publicar experiencias y puntos de vista, porque es largo ya el tiempo transcurrido desde la última entrada.

 
Empiezo como siempre he hecho en cada temporada, haciendo los semilleros con mis propias semillas del año anterior o dos o tres años más. Es un deleite ver que esas semillas germinan y dan paso a una nueva vida. Son las plantas de tomate que traje a casa para avanzar un poco más el desarrollo.

 

 
Varios de los árboles, aún jóvenes, florecen en este comienzo del mes de abril. Son flores bellas pero muy delicadas. Y además muy apetecibles a las aves que se posan en las ramas de sus árboles. Deben de gustarles mucho porque en varias ocasiones he visto disminuir la posible fructificación a más del 50 %.
Estas son flores del peral.
 
 
Estas otras, son flores del ciruelo.
 
 
 
El grosellero está a punto de rebrotar. Comienzan a nacer las primeras hojas, y se adivinan los racimos donde saldrán las grosellas. Este grosellero rojo exige medianos cuidados de cultivo. Necesita inviernos fríos aunque sufre mucho con las heladas primaverales y los excesos de calor. Es por lo que le coloqué a medio sol.
 
 
Plantel de guisantes a la izquierda y de habas a la derecha. Ambas siembras fueron realizadas en  el mes de noviembre. Los guisantes fueron cubiertos por un túnel de plástico para evitar la comida de sus hojas por las hermosas aves que van en busca de su sustento.
 
 
Estos nuevos brotes pertenecen a un peral nuevo que vino a sustituir a un nectarino que no tuvo la suerte de agarrar de forma sana y terminó muriéndose.
 
 
El Acerolo está comenzando a mostrar sus primeras hojas que son lobuladas. . Espero que las flores, que son muy tardías, en corimbos compuestos, vengan a completar la belleza del entorno. Pertenece a la familia de las rosáceas
 
 
Muchos de los espacios libres del trabajo agrícola, son ocupados por el trébol. Ahora, después de las generosas lluvias, está en su pleno esplendor y belleza. Sus raíces son fuertes y fibrosas. Las flores son aromáticas y de color rojizo que atraen a los insectos. De vez en cuando las siego y utilizo como cobertura , una vez secas.
 
 
También abundan las plantas del diente de león, que en estos primeros momentos de la primavera lucen sus mejores colores. Es comestible y tiene un saber amargo y con propiedades laxantes. Entre otros aspectos el diente de león estimula la secreción de los órganos de la digestión, por lo que, precisamente, se utiliza en casos de trastornos digestivos en general (estreñimiento o hígado perezoso), y en hipoacidez gástrica.
 
 
 
También abundan las margaritas que sin haberlas anteriormente, desde hace un par de años han llegado al huerto, supongo que transportadas por el viento. Embellecen y alegran los espacios.
 
 
Este árbol, mezcla de peral y manzano, está a punto de abrir sus flores. Será la primera vez que las contemple. Para mí es un árbol completamente desconocido. Estudiaré su desarrollo y proceso evolutivo.
 
 
Otro árbol nuevo en el huerto, el almendro. ¡Cantidad de flores!
 
 
No ha empezado a florecer y ya han aparecido los primeros ataques de los pájaros que se  comen los botones antes de eclosionar. Así que tuve que poner una red para evitarlo.
 
 
Y bajo túnel he puesto las bandejas de semilleros de aquellas plantas que necesitan estar protegidas del frío que por estas latitudes es muy generoso. Entre ellas se encuentran los pepinos, melones, sandías, calabacines, calabazas y algunos pimientos.. Y ya a punto de trasplantar, los plantines de cebolla dulce y puerros.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Un joven cerezo que puja por salir adelante. Seguro que lo consigue, como el año anterior.
 
 
Brote terminal del nogal con incipiente marca del futuro fruto.
 
 
En un  tiesto, plantas de manzanilla, renacidas de las semillas del año anterior.
 
 
En el atardecer, un avellano, iluminado por los últimos rayos del sol. Bella estampa.
 
Dentro de pocos días, habrá que empezar los trasplantes al lugar definitivo donde desarrollarán su vida, las hasta ahora, muy cuidadas y mimadas plantas.
Sinergia establecida que mantendremos a lo largo de todo su proceso evolutivo.
A todos y a todas los que de una u otra manera se gozan con el contacto de las plantas  os deseo que disfrutéis mucho esta nueva temporada 2018.
Que todos ganemos en sabiduría y paz interior.